1990
Por un momento he sido protagonista.
Tú has recibido tantas nuevas sensaciones conmigo que no puedes dejar de ser especial.
Parece mentira, pero a partir de tí y por tu existencia he podido vivir la sensación de orgullo, satisfacción de una creación nueva, temor y valentía en darte a conocer, y a la vez dolor amargo e ira por la ignorancia manifiesta del mundo que os rodea.
Gracias, porque he sentido la ansiada identificación con tu creador, eliminastes los celos y ahora sin duda sois únicos.
Llegas como el primero de una incógnita y te presentas majestuoso y altivo ante unas piezas inamovibles que se diluyen en la oscuridad.
Además de ser mi historia, nos hablas de alguien desconocido que posiblemente te haya visto por primera vez, a quien ayuda un animal fiel al trabajo, o quizás una de tantas otras veces que ha llegado para disfrutar de tí internándose en una maravillosa realidad que explora.
Eso has sido para mí, una exploración que me ha hecho sentir duramente lo que os adoro.
Dra. Abad