1983
Tu intención, fantástica. Expresar tu adoración. Donde dominas, el color. Lo externo sin parangón.
Otra cosa conseguir el equilibrio de esa dualidad.
Juego de expresión humana. Alcanzable aún con el rechazo quizás por desconocimiento.
Ni siquiera reconocible un pequeño golpe. Es posible sea hedonismo lo que impide ver la realidad.
Moldear un deseo, punto de partida de una generosidad por lo admirado.
Una sonrisa su esencia.
Ni tu ni yo…
Dra. Abad