1986
A la grupa pueden estar tres generaciones de romeros que en su costumbre diaria han madrugado y se acercan, en su primer paseo, al obrador.
La jornada da para mucho y ya temprano deja su silla para atender la demanda.
Amasa la harina y da forma para hornear.
Techado de uralita, verde que te quiero verde, efímera sombra para un pan tierno bien cocido, su olor especial nos adelanta el sabor, corteza crujiente y miga que empapa el aceite del hoyo, manjar de muchos recuerdos.
Contraste de color y arena fina, alfombras a su paso, recreo y labor se esmeran para dar un buen festejo.
Sigue la Aldea creciendo.
Dra. Abad