1992
Serenidad y equilibrio, pero fue inútil porque no te encontraste.
Un rechazo inmediato. Con el paso del tiempo, canas, arrugas y expresión. Porqué es tan dura la reflexión y aceptación de la edad si la mirada sigue diciendo lo que somos y aquí no han habido cambios.
Autocrítica destructora, fiel a unos principios de rigidez de tiempos pasados donde en la educación primó el respeto al otro para mortificación de uno mismo.
La edad es el mejor observador, lejano a los conflictos, y cada pliegue es uno, superado o no, justificando la propia existencia.
Magnífico análisis de una vida en cada trazo y color.
Dra. Abad