2000-09
Ahora, ante el siguiente, nueva incógnita.
Medina. La ciudad, seleccionada con el paso del tiempo, rodeada de un espacio finito. Insólita belleza, protegida.
La mirada acompañada de pinceles y en silencio sólo roto por el paso en segundos de un reloj, unas veces se acerca intrigada por cómo en un milímetro puede existir tanta riqueza y las mas se emociona en la lejanía .
Tanto te recreas en él que olvidas la medida de un espacio minúsculo y consigues dominarlo superando su propio límite en las dos dimensiones permitidas.
Ausencia de sombras en la cercanía. Magnificas la luz y juegas con ella a tu antojo.
Estas ufano por el resultado, disfrutas de ese esfuerzo contando tiempos dedicados.
Todo interior rebosa de color.
Dra. Abad